miércoles, 18 de noviembre de 2015

LA GRULLA 

(Un ave venerada en todo Japón)





El aura de espiritualidad que rodea a la figura de la grulla es famosa en el Oriente. Esta estilizada ave resalta por su elegancia y por estar cargada de una serie de buenas connotaciones que la han hecho ser parte integral de la cultura nipona.


La grulla japonesa, es una singular ave zancuda de más de un metro de alto, agudo pico, largo cuello, cabeza con un tinte rojo, extensas alas y propietaria de un hermoso plumaje blanco y negro que la destaca frente a sus otras hermanas plumíferas. Sus movimientos elegantes, su agilidad y su fuerte reacción ante el peligro, han sido inspiración durante cientos de años para los cultores de las artes marciales y artistas de la pintura, literatura y poesía.




Una de las primeras características que los filósofos orientales exaltaron en esta hermosa ave es la longevidad. Algunos estudios hablan de una edad promedio de 40 años, lo cual para un ave es un rango etario bastante considerable. En el antiguo Japón, el hecho de verla regresar cada año tras su migración hizo creer que podía llegar a vivir hasta 1.000 años. En textos de la antigua China aparece relacionada a los sabios más ancianos, a quienes acompañaba de cerca en la búsqueda de su largo camino espiritual.

Distribuida en la isla de Hokkaido, al norte de Japón, la grulla además es famosa por su fiereza al momento de defender su nido ante posibles atacantes como los cuervos y las águilas. Gracias a esta cualidad la gente la considera un animal protector de la familia y portador de buena fortuna. Otra de las características que resalta en este noble animal, es que la grulla japonesa elige una pareja y se mantiene con ella toda la vida; por esta razón es habitual ver representaciones de esta ave en telas de kimonos matrimoniales y arreglos para las bodas. Como símbolo de fidelidad y lealtad también fue reconocida por la casta samurai, quien ornamentó sus armas con su figura y llegó a crear escudos heráldicos que representaban a la familia en la batalla.




Aunque la grulla japonesa ha estado presente en la cultura nipona durante cientos de años, hay una conmovedora historia contemporánea que involucra a la grulla y que marcó a toda una generación de ciudadanos japoneses; me refiero a la historia de la pequeña Sadako Sasaki.

Sadako Sasaki fue una inocente niña que cuando tenía 2 años de edad vivió el lanzamiento de la bomba atómica de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de que su hogar se encontraba a kilómetros de la “zona cero”, enfermó gravemente de leucemia 9 años después debido a la alta radiación a la que estuvo expuesta.

Mientras estaba internada en el hospital tratando de recuperarse, una amiga de Sadako le contó una antigua leyenda que narraba que aquella persona que fuera capaz de hacer 1.000 grullas de papel en origami, recibiría la bendición de una grulla alcanzando larga vida o la recuperación ante una grave enfermedad. Con esta luz de esperanza la niña comenzó a manufacturar todas las grullas posibles con todos los tipos de papeles que estaban a su alcance, pero lamentablemente sólo logró construir 644 grullas antes de fallecer.

La pequeña Sadako Sasaki se transformó en un símbolo de la esperanza y tres años después de su muerte se erigió un monumento que representa a Sadako sosteniendo sobre su cabeza una gran grulla de origami. Este homenaje póstumo se encuentra ubicado en el Parque de la Paz de Hiroshima y cada año llegan a sus pies miles de grullas de papel elaboradas por niños japoneses, las cuales se han transformado en un mensaje de paz y esperanza para el mundo.

La grulla es un ser mágico que se ha ganado un espacio místico en las sociedades orientales, regalando esperanza, fuerza, fidelidad y una particular belleza que inunda todos los paisajes de los que forma parte. Esperemos que el peligro de extinción al cual se enfrenta actualmente esta hermosa ave, no sea el vaticinio de que los valores que ella representa también estén a punto de desaparecer entre nosotros.

LA MAGIA DEL BAMBÚ 
(Nacimiento espectacular, filosofía y biosostenibilidad)




(Bambousa Arundinacea). El bambú es una caña larga y estilizada (no es un árbol aunque pueda parecerlo) que crece en zonas húmedas y calurosas, especialmente en Asia, donde no se conoce aún exactamente cuantas especies distintas existen, pero se cree que más de 1000. Dicen que trae suerte, pero en realidad el bambú es mucho más que un talismán...

Constituye un gran símbolo oriental y tiene mucha presencia en nuestra decoración occidental actual, pero en realidad lo que nosotros utilizamos para decorar nuestras casas, como si fuese bambú, no es bambú, sino drácena sanderiana, aunque realmente son difíciles de distinguir.
El cultivo y reproducción del bambú dorado japonés, de por si ya es cuanto menos especial, ya que rara vez se reproduce por semillas. El tallo de bambú puede tardar muchos años en florecer, y cuando lo hace y consigue dar un fruto, todo el bambú muere. Por otra parte, esa semilla, una vez plantada puede tardar más de 6 años en ofrecer un brote, pero cuando lo hace su tallo puede alcanzar 3 metros en un mes, ya que crece a la velocidad de 6-15 centímetros diarios, pudiendo llegar a crecer 1 metro al día, lo que le ofrece una cualidad única. Durante los años transcurridos entre la siembra y el nacimiento del brote (pueden ser 7 años), la semilla del bambú desarrolla un sistema de raíces complejo y resistente, que asegurará la sostenibilidad de la planta en su madurez. Por todo esto, el cultivo del bambú se realiza a partir de tallos, que enraízan y crecen rápidamente. Una vez que la planta alcanza toda su altura y madurez y después de 6 años aproximadamente, el tallo (verde) se convierte en madera, por un proceso que se conoce comolignificación, y en este punto es cuando se suele recolectar.

De esta cualidad reproductora del bambú, nace en japón una metáfora que compara el nacimiento del bambú con la trayectoria personal, ya que explica que los largos y duros años de preparación y aprendizaje en los que parece que no pasa nada y no se avanza, en realidad sirven de base para un futuro crecimiento personal fuerte y próspero. Esta mentalidad es uno de los pilares de la filosofía japonesa.




Quizá también por todas sus peculiaridades, el bambú en la cultura china y en su doctrina, feng shui, representa la vitalidad y la honestidad, atrae la abundancia para la vida o el trabajo y aleja a los malos espíritus.
Según el número de varas de bambú que coloquemos, tendrá un significado distinto, por ejemplo, 3 varas simbolizan 3 aspectos de la vida, la longevidad, la abundancia y la felicidad. Si juntamos 7 varas de bambú, estaremos atrayendo la buena salud, o si hacemos una torre atada con muchas varitas de bambú estaremos simbolizando que queremos seguir creciendo en nuestro aspecto personal o aumentando los beneficios de nuestro negocio.

La música tiene un poder especial en la cultura oriental, ya que los sonidos y vibraciones que emiten con sus instrumentos tienen un alto sentido espiritual, y dependiendo del músico se puede conseguir curar y aliviar dolencias con sus vibraciones y canalizar o revitalizar la energía vital, el chi. Uno de sus instrumentos chinos más emblemáticos y antiguos, el sheng está compuesto por cañas de bambú, lo que le otorga a sus sonidos un poder doblemente eficaz, ya que el bambú es un buen canal no solo en el sentido físico y literal de la palabra, sino también en el espiritual. Además del sheng, existen otros instrumentos con base de caña, como la flauta de bambú.
Como decíamos, el bambú no solo es buen transmisor espiritual, sino que es un excelente canal natural, ya que canaliza y transmite el agua y el aire, por lo que se han utilizado las cañas de bambú durante toda la historia asiática en las labores cotidianas del hogar, la artesanía y la agricultura e incluso durante las guerras se utilizaban cometas de bambú para transmitir mensajes o se elaboraban armas como lanzas o espadas para entrenamientos.




El bambú es resistente, flexible, aislante y barato, y dado que las bases de la arquitectura asiática han variado poco a lo largo de su historia, hoy por hoy se sigue utilizando el bambú como parte de sus construcciones, desde las más humildes hasta las más lujosas, como el hotel biosostenible Crosswaters Ecolodge en una reserva natural de Guangdong, (China), del arquitecto Simón Vélez, experto en arquitectura ecológica y biosostenible con bambú.
Se utiliza en la medicina tradicional china como remedio para problemas de huesos, articulaciones y piel, ya que de los nudos del tallo del bambú, se extrae una sustancia que se llama bamboosil, que tiene un alto contenido en sílice, que es un oligoelemento indispensable para el buen funcionamiento de nuestro tejido óseo y nuestra piel, por lo que un aporte extra de sílice, nos asegurará una piel tersa, joven y resistente, unos huesos fuertes y articulaciones elásticas. Esta sustancia del bambú también se utiliza en la India, donde lo conocen como tabashir.

En definitiva existen mil aspectos de esta planta que la hacen extraordinaria, incluso muchos pueblos de América o Asia realizan una fuerte apuesta por su cultivo como medida de desarrollo biosostenible ya que ven en el bambú una salida práctica a muchas de sus necesidades.

SAKURA
(Flor de Cerezo Japonés)




La flor de cerezo o también llamada sakura en Japón, pertenece al género Prunus, que incluye varias especies como el ciruelo, el duraznero, el damasco o el almendro. Su árbol caducifolio puede alcanzar hasta 20 metros de altura, cuenta con una corteza marrón o grisácea con muchas lenticelas. Sus flores son blancas o rosadas de 2-3 cm de diámetro sobre racimos de pedicelos cortos con 2 a 5 flores.

Aunque existe una variedad de sakura llamada Kikuzakura del Kenrokuen que se encuentra únicamente en el parque Kenroku en Japón, alguna vez considerado un tesoro natural de gran importancia. Actualmente se considera en peligro de extinción ya que solo existen pocos ejemplares de esta especie que pueden llegar a contar con hasta 300 pétalos en cada una de sus flores.




La sakura no es autóctona de Japón pero es considerada casi como la flor nacional, aunque no tiene el reconocimiento oficial como tal. La variedad más común de cerezo en Japón es el Somei Yoshino, que cuando florece da una flor blanca, moteada de un rosa pálido. Para los nipones la flor de sakura simboliza diversas ideologías dependiendo de su región de origen, sin embargo en general se considera un augurio de buena fortuna y esperanza, el emblema del amor y pasión.


La flor del cerezo es delicada y con el viento enseguida se cae. Así, se puede disfrutar de su belleza y al caer en su plenitud, no da tiempo a verla marchitar. Esto guarda relación con parte del código samurai en Japón. Es más, el emblema de los guerreros samurai era la flor del cerezo. La aspiración de un samurai era morir en su momento de máximo esplendor, en la batalla, y no envejecer y "marchitarse", como tampoco se marchita la flor del cerezo en el árbol. 






Durante casi todo el año los árboles de cerezo permanecen únicamente forrados de hojas y en el invierno se desnudan, pero hacia el inicio de la primavera especialmente en Abril la flor del cerezo florece durando aproximadamente dos semanas, aunque si hace mal tiempo, puede incluso llegar a caer en el mismo día de su florecimiento. Durante esos días se celebra una de las festividades más tradicionales: El Hanami (mirar la flor). En esta fiesta la familia, amigos, compañeros de trabajo, estudiantes o parejas, se reúnen a la sombra de los cerezos florecidos, y allí hacen un picnic al aire libre. Pero cuando la fiesta dura hasta entrada la noche, se le denomina Yazukura (cerezos nocturnos).