miércoles, 18 de noviembre de 2015

LA MAGIA DEL BAMBÚ 
(Nacimiento espectacular, filosofía y biosostenibilidad)




(Bambousa Arundinacea). El bambú es una caña larga y estilizada (no es un árbol aunque pueda parecerlo) que crece en zonas húmedas y calurosas, especialmente en Asia, donde no se conoce aún exactamente cuantas especies distintas existen, pero se cree que más de 1000. Dicen que trae suerte, pero en realidad el bambú es mucho más que un talismán...

Constituye un gran símbolo oriental y tiene mucha presencia en nuestra decoración occidental actual, pero en realidad lo que nosotros utilizamos para decorar nuestras casas, como si fuese bambú, no es bambú, sino drácena sanderiana, aunque realmente son difíciles de distinguir.
El cultivo y reproducción del bambú dorado japonés, de por si ya es cuanto menos especial, ya que rara vez se reproduce por semillas. El tallo de bambú puede tardar muchos años en florecer, y cuando lo hace y consigue dar un fruto, todo el bambú muere. Por otra parte, esa semilla, una vez plantada puede tardar más de 6 años en ofrecer un brote, pero cuando lo hace su tallo puede alcanzar 3 metros en un mes, ya que crece a la velocidad de 6-15 centímetros diarios, pudiendo llegar a crecer 1 metro al día, lo que le ofrece una cualidad única. Durante los años transcurridos entre la siembra y el nacimiento del brote (pueden ser 7 años), la semilla del bambú desarrolla un sistema de raíces complejo y resistente, que asegurará la sostenibilidad de la planta en su madurez. Por todo esto, el cultivo del bambú se realiza a partir de tallos, que enraízan y crecen rápidamente. Una vez que la planta alcanza toda su altura y madurez y después de 6 años aproximadamente, el tallo (verde) se convierte en madera, por un proceso que se conoce comolignificación, y en este punto es cuando se suele recolectar.

De esta cualidad reproductora del bambú, nace en japón una metáfora que compara el nacimiento del bambú con la trayectoria personal, ya que explica que los largos y duros años de preparación y aprendizaje en los que parece que no pasa nada y no se avanza, en realidad sirven de base para un futuro crecimiento personal fuerte y próspero. Esta mentalidad es uno de los pilares de la filosofía japonesa.




Quizá también por todas sus peculiaridades, el bambú en la cultura china y en su doctrina, feng shui, representa la vitalidad y la honestidad, atrae la abundancia para la vida o el trabajo y aleja a los malos espíritus.
Según el número de varas de bambú que coloquemos, tendrá un significado distinto, por ejemplo, 3 varas simbolizan 3 aspectos de la vida, la longevidad, la abundancia y la felicidad. Si juntamos 7 varas de bambú, estaremos atrayendo la buena salud, o si hacemos una torre atada con muchas varitas de bambú estaremos simbolizando que queremos seguir creciendo en nuestro aspecto personal o aumentando los beneficios de nuestro negocio.

La música tiene un poder especial en la cultura oriental, ya que los sonidos y vibraciones que emiten con sus instrumentos tienen un alto sentido espiritual, y dependiendo del músico se puede conseguir curar y aliviar dolencias con sus vibraciones y canalizar o revitalizar la energía vital, el chi. Uno de sus instrumentos chinos más emblemáticos y antiguos, el sheng está compuesto por cañas de bambú, lo que le otorga a sus sonidos un poder doblemente eficaz, ya que el bambú es un buen canal no solo en el sentido físico y literal de la palabra, sino también en el espiritual. Además del sheng, existen otros instrumentos con base de caña, como la flauta de bambú.
Como decíamos, el bambú no solo es buen transmisor espiritual, sino que es un excelente canal natural, ya que canaliza y transmite el agua y el aire, por lo que se han utilizado las cañas de bambú durante toda la historia asiática en las labores cotidianas del hogar, la artesanía y la agricultura e incluso durante las guerras se utilizaban cometas de bambú para transmitir mensajes o se elaboraban armas como lanzas o espadas para entrenamientos.




El bambú es resistente, flexible, aislante y barato, y dado que las bases de la arquitectura asiática han variado poco a lo largo de su historia, hoy por hoy se sigue utilizando el bambú como parte de sus construcciones, desde las más humildes hasta las más lujosas, como el hotel biosostenible Crosswaters Ecolodge en una reserva natural de Guangdong, (China), del arquitecto Simón Vélez, experto en arquitectura ecológica y biosostenible con bambú.
Se utiliza en la medicina tradicional china como remedio para problemas de huesos, articulaciones y piel, ya que de los nudos del tallo del bambú, se extrae una sustancia que se llama bamboosil, que tiene un alto contenido en sílice, que es un oligoelemento indispensable para el buen funcionamiento de nuestro tejido óseo y nuestra piel, por lo que un aporte extra de sílice, nos asegurará una piel tersa, joven y resistente, unos huesos fuertes y articulaciones elásticas. Esta sustancia del bambú también se utiliza en la India, donde lo conocen como tabashir.

En definitiva existen mil aspectos de esta planta que la hacen extraordinaria, incluso muchos pueblos de América o Asia realizan una fuerte apuesta por su cultivo como medida de desarrollo biosostenible ya que ven en el bambú una salida práctica a muchas de sus necesidades.

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